Como todos saben, los perros viven aproximadamente de 10 a 15 años. Para que los humanos tengamos un parámetro de la etapa de madurez que está atravesando un perro, se dice que un año canino equivale a 7 años de los nuestros. De esa manera nos resulta más fácil interpretar las conductas y costumbres de nuestras mascotas, comparando ese momento de sus vidas con la etapa análoga de las nuestras.
En este Bicentenario de nuestra Patria, mis pensamientos me llevaron a preguntarme si habría una forma de hacer algo parecido con las naciones. Porque en términos de una vida humana 200 años parece bastante, pero en términos de la historia de una nación, es realmente muy poco tiempo.
Por ello, en la búsqueda de razones para nuestro comportamiento y en especial, el de nuestros dirigentes, considero que una tabla de equivalencias razonables sería la siguiente: 100 años patrios equivale a 7 años humanos.
En ese caso, se confirmaría mi tesis: Argentina es un país "adolescente".
Ya pasó nuestra infancia, pero todavía no llegamos a la madurez.
Estas son algunas de las características que los expertos nos enseñan sobre los adolescentes que, a mi juicio, fundamenta mi mirada sobre el momento que atravesamos como Nación. He agregado entre paréntesis algunos ejemplos a los que Uds podrán agregarle otros que les resulten adecuados:
"Los adolescentes viven un período de cambios drásticos que los confunden y los tensionan. (No les parece familiar eso de cambios permanentes y tensión?)
En un período de experimentación, de tanteos y errores. (Cada gobierno empieza todo de nuevo y aún dentro del mismo gobierno se toman medidas contrarias a las prometidas)
El comportamiento está caracterizado por la inestabilidad en los objetivos, conceptos e ideales derivados de la búsqueda de una identidad propia. (No les parece que todavía no sabemos muy bien cual es nuestra identidad como nación? Latinoamericanos? Europeos en América del Sur?)
Existe una fuerte tendencia a la melancolía. Suelen ser proclives a extender las consecuencias de un fracaso a todos los planos de su actividad. (No estamos siempre criticando a nuestro país, y diciendo que acá no se puede progresar?)
La adopción de todas las formas de rebelión es otro de los aspectos destacados que caracterizan el comportamiento en esta etapa. Primeramente enjuician y acusan a su familia (gobiernos anteriores, otros argentinos que piensan distinto) actitud necesaria para la construcción personal de los valores que le permitan emanciparse.
La rebelión contra la sociedad se plasma en el clásico anticonformismo despreciando o desaprobando cualquier ley, disciplina o convención. (Tenemos que reconocer que no nos gusta la legalidad, preferimos la informalidad)
Los adolescentes son proclives a la adhesión de corrientes extremistas. (mano dura-mano blanda, neo liberalismo-proteccionismo, privatizadores-estatizadores, etc)
En su rebelión contra el universo enjuician el sentido de su propia existencia, de la vida misma y el significado de todo el universo, pero como contrapartida, la necesidad de recrear valores desemboca en personalidades ricas y fecundas, en una inspiración auténtica y en realizaciones de calidad, verdaderas renovaciones de las formas habituales de sentir, pensar y expresarse." (Piazzola, Borges, Favaloro, Fangio, Maradona, Ginóbilli, etc, etc)
No sigo por cuestiones de espacio, pero cada descripción de la adolescencia la encuentro muy similar a nuestra historia contempóranea. Pero hay una característica que tenemos que aprovechar como cristianos para que esta adolescencia patria sea un proceso hacia la madurez y no dure doscientos años más.
"Los adolescentes deben disponer de ejemplos o modelos humanos, filosóficos y prácticos, que le sirvan de punto de referencia para desarrollar valores personales. Los héroes y los ideales son muy importantes en esta época. El adolescente se apropia de caracteres de estrellas cinematográficas, músicos, exploradores, inventores, atletas, etc, y los eligen como modelos."
Los cristianos tenemos que ser esos héroes que la Patria necesita.
Las enseñanzas de Jesucristo tienen que ser esos ideales que Argentina debe abrazar.
Para ello es necesario que actuemos con responsabilidad en todas las áreas de nuestra incumbencia, llevando los valores del Reino de Dios como la prudencia, la humildad, el respeto, la justicia, la solidaridad, y tantos otros, a todos los estamentos de la Nación, y que hoy, más que nunca, cumplamos fielmente con el rol docente que Jesucristo encomendó a su Iglesia transmitiendo las verdades del Evangelio, siendo ejemplo de integridad en lo personal, de convivencia en lo comunitario y de compromiso en lo cívico.
Dios nos ayude en la tarea y nos permita legarle a nuestros hijos una Nación que avanza hacia el destino de grandeza y madurez que El soñó para Argentina.
Viva la Patria!
DANIEL DI PAOLO
Abogado (UNLP)
Asesor de ONGS
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